Algunos perros pasan por nuestra vida y dejan una huella especial, Thor fué uno de ellos, fué especial para su familia y para los que tuvimos la suerte de conocerlo y pasar ratos inolvidables en su compañía.
Thor nos enseñó,entre otras muchas cosas, que los perros son capaces de tener sentido del ridículo, algo que muchos calificaría de antropomorfismo, pero solo lo hacen porque no conocieron a Thor, porque no tuvieron a su lado al perro adecuado.
Gracias por haber existido, gracias por haberme enseñado, gracias por ser mi amigo.
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